El Adirondack park
La historia anterior puede ser vista de manera chistosa.
Puede incitar al panico de los moteles de carretera.
Hoy despues de haber abandonado aquel lugar, no se si con el desespero de salir de alli y escapar a esa historia tan irreal o si era el efecto de la falta de cafeina que en Cepe y en mi hacen mella, he pensado que quiza es una historia de soledad e incomprension.
Ultimamente yo tengo de eso.
Asi que llamen al loquero cuando lo crean oportuno.
Salimos petados para un cafe en la calle principal de Saratoga, la calle Broadway. Alli estuvimos en una terraza donde no se puede fumar, pero que puedes tomarte el cafe con los que estan sentados en tu mesa y te paras en la cerca que divide la terraza y te enciendes un pitillo.
Eso haciamos Cepe y yo, que es una indisciplinada de primera.
Despues de nuestra dosis de tabaco y cafe, tomamos el coche y pusimos rumbo hacia el parque Adirondack. Les ahorrare los detalles tecnicos del parque, esos los podeis buscar en internes.
Nos fuimos adentrando en la naturaleza llena de arboles, algunos muy altos, otros que ya comienzan a cambiar de color. Te podias encontrar un lago o una montaña.
Es realmente el sitio mas bonito e impresionante de este viaje. Podreis ver las fotos cuando las suba al album.
Ibamos en los dos coches, pero cada cierto tiempo haciamos una parada en lo alto de una montaña para ver el rio Hudson, o un lago, y otras para ver la rivera del propio lago.
El entorno, mas el afecto que nos une a los cuatro me mantuvieron en una especie de extasis durante todo el dia.
Finalmente, y segun el programa que improvisamos, decidimos parar en Lake George, para comer y para que Rigo y yo pudiesemos buscar un sitio lo mas cercano a la cordura posible donde pudiesemos pasar la noche.
Lo encontramos. Era mi prioridad para poder regresar a Madrid algun dia y no terminar como Faulkner o Dos Pasos, totalmente demente con el paisaje de la america profunda.
Encontramos un Super 8, que es una cadena de hoteles, supuestamente economicos (este solo es $112 dolares) y este en especifico es como el Palace de Madrid o Paris en comparacion con los otros. Es el mejor hotel en el que hemos estado, no siendo, como ya sabeis el mas caro ni mucho menos.
Todo parece limpio y nuevo. Tenemos aparcado el coche en la puerda, pero ademas desde el porche donde nos podemos sentar se ven hasta las montañas de Adirondack.
Comimos en un restaurante, a orillas del lago, con un sol que me ha puesto aun mas morenito de lo que me suelo poner (ahora si tengo que andar con la identificacio encima)
Despues de comer, nos despedimos
Fue un poco triste tener que hacerlo. Tal vez nos veamos en NY en noviembre, pero creo que el recuerdo de esta vez, de estar juntos aqui, de que se hayan venido en el coche a vernos y de que participaran en esta absurda aventura nos ha hecho mas los unos para los otros.
Por la noche Rigo y yo bajamos al downtown.
El tipico pueblo de vacaciones norteamericano, con los neones, las tiendas de camisetas, los coches gigantescos que se pasean por la calle principal.
No soy solo yo el raro...Rigo tambien se sentia vacio como cuando has llorado durante mucho tiempo...
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Besos.