Menos cachondeo con los reporteros de la BBC por favor...¿a que me quedo en bolas?...anónimo no se si me conoces, pero le puedes preguntar a la peña que curra conmigo si creen que temo quedarme en pelotas...
Comencé a leer el libro de Dédalus el fin de semana...aún no lo he terminado, pero sólo diré que aún cuando últimamente me cuesta trabajo que un libro me enganche (ver los best sellers de Stieg Larsson , "Los hombres que no amaban a las mujeres" y "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" ), y otros mas, con la única excepción del de Orígenes de Maaouf del que ya les hablé ), éste de Juanan Urkijo ( Dédalus ), si lo ha hecho. Tanto como para plantearme por qué, así que mas que de hablar del libro (que seguramente merece un mejor crítico que yo) veré si puedo explicar las motivaciones de sacar el libro en el metro, leerme unas dos hojas, y cual coitus interruptus, dejarlo un rato para poderlo saborear un poco mas cuando llegue a casa. La primera impresión que recibí, era encontrarme con un personaje como el de Salinger en El guardíán en el Centeno .Un Holden Caulfiel que produce una ternura especial por su inadaptación a un mundo que no compr...
El lastimoso lunes apenas deja recordar el fin de semana, lo su propina extra de día y con esa felicidad tranquila que nos hace pensar que siempre llega un tiempo mejor ... aunque haya que esperar el fin de semana para ello. Reconozco que también vivo de rutinas, que me agobian aunque sean felices. A veces ir una y otra vez al mismo sitio, reconocer el paisaje conocido y recorger y marchar. Una de mis costumbres ha sido siempre atribuir los tragos (cócteles) un sitio determinado. Sé que este no es un país de cultura de combinados, y que a los tipos duros se les antojan mariconadas mientras se meten entre pecho y espalda un cognac por la mañana de desayuno. Siempre pienso en la suavidad de degustar algo lentamente, con un sabor que comienza a ser una insinuación en la lengua y que entra muy lentamente hasta apoderarse de nosotros después de tercero o el cuarto. Dulce entrega a la de los cócteles. Pues este fin de semana rompí mi ritual de mojitos, que suelo tomar cuando empieza el calor...
Allí estaba esperando. El vuelo llegaría de Amsterdam en una hora, esos retrasos europeos convertían los viajes en casi intercontinentales. Mientras esperaba recordó toda la historia. La había conocido en la Universidad. Ella estudiaba un año por encima de él, y en lugar de matemáticas, estudiaba psicología. En la parada del autobús, ella le había mirado descaradamente invitándole a una conversación que no terminó nunca. Con ella conoció el sexo como disfrute, mas que como la obligación de hacer el papel que los chicos de su edad asumían. ya eres universitario, ya te puedes empezar a tirar compañeras de curso(eran otros tiempos). Sólo uno o dos años mayor que él, le pasaba lo que a las chicas de su edad: era mas madura, mas inteligente y mas perceptiva que cualquiera de los chicos. En su caso también aderezado por haber vivido en una ciudad inmensa, en el extranjero, de haber conocido gente diferente, de haber hecho el amor en mas de una forma... El, pesar de sus temores,logró ...
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