Miami

Despues de tres días aquí, sin apenas tener tiempo para leer un correo o escribir una entrada en el blog, Miami se presenta como el sitio mas estresante del viaje. No es sólo la familia que hay que ver, son los amigos y sobre todo, es la cantidad de tiempo que tarda uno endesplazarse de un sitio a otro, en coche, en una ciudad-no ciudad donde el trnasporte público no existe y donde en cualquier hora se encuentra un atasco de varios kilómetros.

Una cosa es Miami y otra cosa es Miami Beach, o la playa, como comúnmente se conoce.

Parecen dos ciudades diferentes en una misma ciudad, separadas por una lengua de agua, un inmenso canal que le llaman el Intracoastal y por el que puede irse desde el norte de Miami en Fort Lauderdale hasta los cayos de la península de la Florida.

Me fui en el barco de unos primos desde Fort Lauderdale por el Intracoastal, sin salir a mar abierto, pues no era el mejor día. Estaba nublado y lluvioso y hacia demasiado viento para salir al Atlantico.. Aun asi el paseo me gusto mucho. La brisa en la cubierta, el vino y la compañia de mis primos hicieron el resto.

El intercoastal es una via de agua, que corre paralela al Atlantico de norte a sur la peninsula de la Florida. A ambos lados del gran canal se ven las lujosas casas con embarcaderos, imposibles de tener por el ciudadano medio de aqui o de cualquier otro sitio. Hay muchos otros canales que confluyen a este canal, formando una especie de Venecia. Hay de todo, de lo mas hortera hasta el buen gusto, de lo muy moderno hasta lo colonial. Una mescla de contrastes pero siempre de lo que America quiere ser y solo lo logra para unos pocos.

Otra noche de copas (de pocas copas y mucha charla), por la avenida Lincoln Road. Escaparate de lo abierto que puede tener la sociedad florideña, pero solo en dos calles. Mucho musculito y petardeo que da color. Muchas chicas en mini imposibles.

Dondequiera que vas, el escenario de Miami puesto para ser como la postal del turista.

Despues hablas con la gente, y esa postal se convierte en algo mas real, con menos colores, mucho mas humana.

Tengo casi dos dias de lujo con el regreso a mi adolescencia y mi buen amigo Dex que me acompaña en ello. Es mi amistad que no dejo de ser adolescente aunque ahora nuestros miedos sean otros y las alegrias sigan siendo las mismas.

Solo me quedan un par de dias…quiza solo pueda escribir desde Madrid. Aun tengo cuentas pendientes con esta ciudad.