Torpeza


La torpeza del lechero. Irán Lomelí

Hace algún tiempo leí un artículo sobre el rencor en El País Semanal. Era toda una receta de como afrontar ese sentimiento. No dudo que quizá fuera efectivo teóricamente en su fórmula, pero me guardo mis reservas sobre su efectividad práctica.
Hace apenas dos o tres días, en el programa de la tele "Madrileños por el mundo", que es un programa que normalmente da una imagen de un madrileño que vive en el extranjero, y que generalmente es una imagen amable de esa persona, de su trabajo, o sus rutinas y a veces el por qué vive allí, sin ahondar demasiado en sus motivaciones.
Pues en ese programa mostraron un tío que vivía en Canadá, que ademas de pasear al equipo de TV por todos los parques naturales cercanos, se mostraba fácilmente irritable por la gente que se bajaba de los coches para ver de cerca a los osos. En realidad lo que se denotaba era un gran desconocimiento de esta gente de las costumbres de estos animales.
La expresión que utilizó este "madrileño por el mundo" para referirse a esta gente fue:
- Gilipollas. Y lo repitió varias veces, sin que el equipo de televisión se sintiera un poco embarazado porque el tío usara semejante expresión una y otra vez sobre aquellos que en realidad lo que habian demostrado era la ignorancia hacia el entorno.
Pensé cuántas veces he oído una y otra vez ese tipo de cosas. Cuántas veces escuchamos el "que se joda" por una nimiedad.
A veces tengo la sensación de estar rodeado de resentimiento, envidia que se traduce en insulto y cosas así.
A veces no se puede con la torpeza de la gente, de la vida.
Ni siquiera con la propia torpeza.
¿y queremos arreglar algo?

A veces pienso que es mejor unirse a esa frase que siempre me negué a decir:

- Déjalo, que yo paso.

Pero me resisto.
Trato de educarme a mi mismo y quizá provocar a su vez la reacción positiva de la gente.
No debes decir...tienes, ni debes, ni nada que parezca que juzgas y mucho menos que le pides. Hay una resistencia a dar cuando se pide aqui. No se por qué. A veces la generosidad esta mal vista en eso. Les hace parecer menos o inferiores.
Por eso me gustan tanto los artículos de Javier Marías, que se convierte en el azote de una sociedad donde creció y a la que pertenece, con un madrilismo auténtico.
A veces las buenas intenciones se confunden. Y la gente piensa ¿qué habrá detrás de todo esto? Nadie se rinde ante la simpleza de dar y recibir.
Pedir perdón es algo inusual, y si se hace, es sólo en voz baja y muy rápido como para que el resto del mundo no oiga que hemos estado equivocados. Y jamás se sacan conclusiones de ese perdón.. es solo para salir del paso y quizá liberarnos para comenter de nuevo el mismo error.

La gente prefiere hacer guiños confusos que hablar directamente... por si acaso...

Lo curioso de ese artículo sobre El Rencor, de El País, es que todo el mundo lo suscribe, pero pocos son capaces de reconocer que también es para ellos.

Qué lástima.

Comentarios

TORO SALVAJE ha dicho que…
Si, lo de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Somos muy intolerantes.

Aunque lo disfracemos.

Saludos.
ZoePé ha dicho que…
"...la simpleza de dar y recibir." ahí está el meollo de la cosa.
y no sólo pasa en madrid, al.
es inherente al ser humano moderno y cómo lo lamento.
Vintage ha dicho que…
Me gusta este cambio de look
Si querido Alberto y desde que se ha inventado el puñetero sms, ya ni nos decimos las cosas al oido, joder ni al oído ya no digo a la cara pq eso es casi imposible

Es triste, pero cada vez decimos menos, cada vez tenemos más miedo, y los q deben callar esos nunca lo hacen
Y no, yo cuando pido perdón lo digo alto y claro
y si tengo q arrastrarme por mi equivocación lo hago
si me perdonan lo admito si no lo hacen lo comprendo

muakkkkkk
pd, no soy nada justa por cierto
Juncal ha dicho que…
Hola Alberto.
Me gustó muchísimo el artículo que he leído gracias a tu recomendación.
Teniendo en cuenta que esta sociedad es un "dechado de virtudes" como tu dices y yo suscribo (envidias,desconfianza,falta de humildad...etc), deberíamos vernos todos reflejados en este escrito e intentar,aunque difícil, hacer efectivos tan buenos consejos.
Lo bueno que tiene el artículo es que antes de aconsejar, nos hace ver el "porqué" sucede el conflicto.
Y esto, en mi opinión, es lo más importante.
Ver la raíz para luego poner la cura.
Gracias.
Podría serme muy práctico, si lo intento.
Saludos
Juncal.
Fatima ha dicho que…
Pues yo me reconozco rencorosa.... Lo bueno es que no tengo demasiada buena memoria. :)

PD. Ando curioseando por tu blog, por tus fotos y por tu vida. La que nos dejas ver. ;P
Tacirupeca Jarro ha dicho que…
Se dice que los defectos que vemos en los demás, aquellos que nos irritan, es porque los llevamos nosotros dentro.

Pienso en varias cosas de las que comentas en tu reflexión. Pienso si no será todo un exceso de orgullo aprendido. ¡Coño, si en el fondo no somos así, no nacemos así!
El orgullo que nos impide ver nuestros errores, que nos impide aceptar los de los demás, que nos impide ponernos en el lugar de los otros y aceptarles, que nos impide hablar con sinceridad y decir un perdón y un te quiero.

Muy buena reflexión, la tuya.
Un abrazo.
Alberto ha dicho que…
Gracias a todos por escribir algo. No quiero comentar esta entrada. Hay entradas que casi me duele escribirlas.
Un abrazo

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