LLegó el Verano a Madrid

Llegó el verano. Exactamente hace 4 días creo. He observado que estamos pendientes del Otoño, incluso de la Primavera, pero creo que al Verano y al Invierno no le tenemos suficiente estima como para tenerlos destacados en el calendario. Lo digo observando los post de los blogs o las noticias que salen en los periódicos. No sé por que se ha ha ocurrido que cada día somos menos propensos a posiciones extremas. Nunca seremos integristas del tiempo.
Ya llegó el verano en Madrid. Este año el Tajo Británico ha tenido la gentileza de ser un poco mas discreto, supongo que por la crisis, o es que no he mirado con detenimiento los anuncios.
A mi el Verano, literalmente me la suda. Es el período en que se hace evidente que no plancho las camisas (o que las pocas que plancho las dejo fatal). La ausencia de jerseys y chaquetas pone en evidencia lo que ya va siendo una forma de vida en mi.
Los primeros síntomas comienzan con la ya tradicional marcha de ciclistas-nudistas por la ciudad. Me pregunto si primero son ciclistas o primero nudistas. Realmente me solidarizo con su causa pidiendo un carril bici decente para esta ciudad (siempre me he preguntado porque no se pide vestido, pero eso es lo de menos). La sola idea de pensar que me puedo caer en bolas, de huevecillos, encima de la barra de la bici, me quitan las ganas de solidarizarme de hecho, no sólo de espíritu.
El Verano sirve para destruir mitos españoles. El macho ibérico se empieza a ver frecuentemente con bermudas y piernas...depiladas!. La buena comida española hace aguas y en la mayoría de los
restaurantes te brindan la paella recalentada de dos días, en espera de esos turistas veraniegos. El tercer gran mito, o quizá la leyenda mas generalizada y absurda, es que el aire acondicionado hace daño..y en los lugares cerrados se sufre de calor con apenas un airecillo, que nos recuerda que podría ser mejor y estar frío (que es lo que se necesita cuando hace calor) y que al mismo tiempo no nos impide seguir sudando.
El metro se convierte en un sitio asqueroso, donde los sudores reparten ese olor a humanidad sin desodorante y el ayuntamiento de Madrid se anota un punto mas para castigar a la gente que usa el transporte público. Una vez mas se hace evidente la falacia de apostar por el ahorro de combustible y por un transporte público (para los emigrantes y pringaos está muy bien, supongo que dirán desde sus BMV)
¿por qué creéis que acompañado del verano sólo hay imágenes de sol y playa?
Pues porque posiblemente se esté mejor allí!, al menos si encontráis un hueco donde sentarse en la arena. Esto nos hace pensar si es mejor empezar a veranear en Suecia, como aquellos suecos que venían antes a veranear a España.
El mito de que Madrid se queda vacío, que se puede entrar en cualquier parte y se circula mejor, también nos abandona poco a poco.
La crisis y los aún altos precios de los billetes de avión en esta época, hacen que cada verano mas madrileños se queden en Madrid. Y resultan escasos los sitios abiertos, los bares y restaurantes , cuyos dueños generalmente con mas posibilidades que el currante de a pie, cierran el negocio y se marchan.
La furia de las terrazas invade la ciudad, y hay sitios donde apenas se puede andar por la acera. La justificación de cobrar casi el doble por lo que se toma fuera del bar, y al mismo tiempo la
imposibilidad de optar por quedarte adentro (la mayoría de las veces no hay aire, por lo antes mencionado) hacen de los bares y terrazas en Madrid algo realmente atractivo.
El Verano es de las mejores épocas del año, si señor, porque entonces...¡me piro de la ciudad!