Sexo en espaÑoL


Sé que me voy a buscar un montón de críticas con esto. Sé que el tema es trivial y a veces hasta pueril. Sé que vivimos de mitos. Ya todo eso me ha pasado cuando he hablado esto con amigos o conocidos. A pesar de que parezca que generalizo, no es así, pero hay que reconocer que hay mucho de lo que digo aquí.
Con esto no pretendo sentar cátedra ninguna y además es mi opinión, mas que basada en la praxis, basada en los relatos, dudas, quejas, confidencias de mis amig@s.
Quiero dejar claro que este artículo no me libra a mí, de ser un chapuzas en la cama. No quiero decir ni una cosa ni la otra.
¿qué pasa con el sexo en este país?
Supongo que nada a simple vista. Aunque nos llenen de estadísticas de lo poco que se tiene (sexo) con respecto al resto de Europa, y ya no hablamos de calidad (que seria lo suyo) sino de frecuencia.
Tengo una amiga latinoamericana, que después de 12 años aquí, encontró un tío en su tierra natal y se volvió, a pesar de la situación terrible que había allí. Trate de persuadirla por todos los medios posibles, hasta que finalmente me desarmó diciéndome lo siguiente:
- En 12 años que llevo aquí no me he encontrado con un tío con quien me entienda, no sólo afectivamente, sino sobre todo sexualmente.
Le pregunté en qué consistía esa carencia:
- No sé - me dijo- aún no puedo comprenderlo. Se muestran fríos cuando no toca, poco interesados cuando lo están. Cuando resulta imposible y ya les dejas se arrastran y se humillan si es necesario. Y jamás son capaces de tomar una iniciativa en nada. No logro entenderlos.
Paralelamente tengo compañeros que tachan de "estrechas" a las chicas que conocen. O simplemente reconocen estar mas interesados en un buen partido de fútbol, que por un polvo. Que les conminan a comprometerse cuando ellos no lo desean.
Otra cosa a observar:
Conozco muchas chicas en la treintena larga o en la cuarentena. Muchas profesionales (que no del sexo) sin supuestas "cargas" familiares como hijos o padres que mantener. Siempre se quejan de lo difícil que es encontrar un hombre. Todos son unos niñatos - me dijo una - Estos tíos prefieren irse a Cuba o a República Dominicana y traerse una chica de allí en lugar de intentarlo en España.
Eso es cierto, a veces... ¿poseen las caribeñas algo que las españolas no son capaces de ofrecer? por otra parte, recuerdo el comentario de una cubana aquí, en la tele, donde decía que no se comía ni una rosca (aquí, no en Cuba).
Al final de todo esto no puedo llegar a la conclusión de dónde falla la comunicación (o el buen sexo). Creo que ambas partes son culpables o no). Me valdría que hombres y mujeres tienen códigos aquí que no consigo descifrar, pero que les valen a ell@s (lo cual es lo importante). Pero escuchando las quejas de unos y otros me parece que no les vale del todo.
Desde mi puesto de desinteresado observador fuera del juego, he llegado a las siguientes conclusiones:
Se habla mucho de sexo, pero se practica poco. Y a pesar de toda la libertad sexual que se ve en la tele, creo que hay un sentimiento subyacente de estar haciendo algo "sucio" o "morboso". Por cierto, cuando llegué aquí no encontraba significado en la palabra "morbo". Para nosotros era algo desagradable e inusual. Jamás se nos ocurría pensar que fuese agradable alguien que tuviese "morbo". Existe el otro extremo que alguien trate el sexo como algo vulgar y chabacano (véase Rakel Winchester, que a mi me causa gracia, pero hay quien cree que es un vocabulario a adoptar), por lo cual tampoco nos valen las expresiones de "sexo liberado".
Otra observación curiosa: Cuando estaba en mi primer trabajo, los lunes sin falta, mis compañeros masculinos (y alguna chica también) me preguntaban:
- ¿qué?, ¿te comiste alguna rosca?
Yo pensaba que la cosa iba de donuts y cosas así. Cuando logré descifrar el significado no dejaba de preguntarme: ¿por que les interesará tanto? ¿acaso el disfrute de mi sexo no es sólo mío?
Pensamos que las nuevas generaciones se han librado de los tabúes de la iglesia (que por otra parte, strikes again). Pero lo cierto es que los chaval@s empiezan a confrontar los mismo problemas de comunicación y aceptación del sexo como disfrute, lejos de la competencia, de falsos orgullos, del estatus social o la valoración de alguien.
Creo entender que además la seducción es algo que se desconoce. Por ambas partes. Algo que no es que esté en desuso, sino que simplemente no saben hacer. Todo parece una carrera maratoniana por anotarse un tanto, sin disfrutar la carrera o mas bien el camino a ello.
No crean que gays y lesbianas se libran de todo esto. Los patrones se repiten con alguna que otra variante.
A pesar de las distinciones teóricas de sexo sin amor, o amor con sexo o sin él, o cualquier variante, la gente parece solo dispuesta a aceptar solo una, y se extraña y cabrea si encuentran a alguien que está en cualquiera de las otras distinciones.
Resumiendo, creo que es el temor a la entrega propiamente dicha lo que tiene aterrorizado al personal, que al final termina disfrutando nada o muy poco de su universo sexual.
La entrega no es que nuestras voluntades quedarán anuladas, ni que nos tendremos que casar con la chica, ni que el tío pensará que somos fáciles. La entrega significa que al menos por el tiempo que dure el encuentro sexual (que incluye la seducción), seremos cómplices y partícipes de una aventura en la cual debemos presentarnos tan desnudos como nuestros sentimientos y sensaciones físicas nos lleven, sin pensar si nos hemos comido una rosca o no. Aparte de todo, tener sexo es de las cosas mas satisfactorias que hay, pero no es excepcional, o al menos no debería serlo.

Respiren, tengan sexo, respiren, tengan sexo, respiren ...

Comentarios

TORO SALVAJE ha dicho que…
Ufffffff, menudo tema Alberto.
No sé el motivo pero es bien cierto que el sexo aquí no se da con la naturalidad que debiera.
Algo nos ocurre, no sé si los cuarenta años de oscurantismo todavía están dejándose sentir.
Quizás si, quizás venga de ahí, de considerarlo durante tanto tiempo como algo tabú y pecaminoso.

Saludos.
Alberto ha dicho que…
Totalmente de acuerdo.
Creo que es un poco mezcla de los 40 años de oscurantismo, proximidad de la iglesia, educación...

Me ha hecho mucha gracia lo de "¿te has comido alguna rosca?". A mi también me ha pasado muchas veces. A veces pensaba que a la gente le daba morbo que me hubiera comido una rosca el fin de semana.

Gracias por este texto, muy bien escrito y lleno de razón

Un abrazo.
merce ha dicho que…
Interesante texto.
...seremos cómplices y partícipes de una aventura, en la cual debemos presentarnos tan desnudos,
como nuestros sentimientos y sensaciones...

Ahí está la esencia...la pasión, y lo sagrado.

Un abrazo grande.
JOAKO ha dicho que…
pues en mi caso el sexo ha sido siempre muy satisfactorio, cuando era un niño no fui reprimido, ni por mis padres ni por el colegio (laico), en la pre y post adolescencia era el referente de mis amigos en lo sexual, puesto que sabía mucho más que la media de sexo gracias a mis lecturas, perdí la virginidad a los catorce (muy raro en la época) y no dejé de disfrutar desde entonces, y lo que he aprendido es que cada mujer es distinta y que si eres inteligente (si, amigos, inteligente, porque el organo sexual más importante es el cerebro) disfrutarás tu y ella, pero cuanto mas conoces a alguien (mas tiempo estas con ella)pierdes en frescura y deseo y ganas en complicidad y conocimiento, probablemente a estas alturas me costaría mucho mas que antes acoplarme y entender a una nueva mujer, pero he de decir que cuando se vive en pareja al final el sexo es mas una costumbre que una pasión, pero no me malinterpretes, una sana y felicísima costumbre, además de un placer, y otra cosa muuy importante para mi es que es mejor poco sexo bueno que mucho sexo malo.
ZoePé ha dicho que…
Todo es sexo y su disfrute. Aún cuando no haya cuerpos toqueteándose. Eso sí, a mi juicio, si hay complicidad hay más placer.
Y la verdad que en lo que más coincido de todo esto que escribiste es que el arte de la seducción no existe más. Es una pena, pero es la realidad.

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