Fiesta

Parece que llegan los Carnavales (o ya estamos en ellos?) , para alguien que vive en Madrid, la verdad es que no se entera mucho.
Quizá en época de la célebre " Movida Madrileña" esto era otra cosa, pero al menos hace 15 años esta ciudad es, en mi percepción, de las ciudades que menos actividades divertidas y participativas tiene.
Además de las consabidas fiestas de "La Virgen de la Paloma", San Isidro, etc, que destilan todas ese olor a cirio y caspa, en realidad no hay ni siquiera fechas donde la gente se vea divertida por algo que se hace en la calle.
Y no contemos la cabalgata de Reyes por favor, que además de ser una actividad exclusivamente para niños, últimamente es una puesta en escena (no digo que no "bonita"), pero poco divertida.
Le salvan algo las fiestas del Orgullo Gay, que cada año son mas comerciales, llenas de carrozas de locales que promueven el consumo en guettos ya difíciles de entender.
Pero quizá sean de las fiestas que mas gente, hetero o gay va a echarse unas risas.
Quizá la segunda celebración mas divertida es la reivindicación que hacen los ciclistas de Madrid una vez al año, que se pasean con sus bicis en bolas, para protestar por la ausencia de medios en la ciudad para ir en bicicleta, y viendo cómo se promueve, al contrario de en casi todo el mundo, el uso del coche.
Los Carnavales en Madrid, prácticamente están circunscritos a la Plaza mayor, con unos kioscos que venden las mismas pelucas brillantes y cuatro pitos todos los años. No he visto nunca un baile ni una conga de Carnaval, si conozco ningún barrio donde los vecinos salgan a disfrutar de las fiestas.
En eso, reconozcámoslo, son los pueblos de España los mas divertidos. A veces un poco bestias, otras quizá con demasiado incienso, pero mucho mejor de lejos que las fiestas de Madrid.
Y es que en una gran ciudad, como Berlín o en Nueva York, no hacen falta demasiados recursos para hacer algo divertido y participativo. Que al menos el ciudano que vive en su rutina gris del trabajo llegue ese día con una sonrisa. Ni siquiera los músicos del metro en Madrid tocan nada alegre, y en el fondo se les nota mas la necesidad que pasan que su alegría por tocar. Nadie les hace coro (como en NY), nadie se amontona y les aplaude.
Parecería que el mito de la ciudad alegre, la del famoso cielo azul de Europa no es mas que eso... un mito, algo que quizá fue alguna vez y que los que vivimos aquí preferimos seguir repitiéndolo sin que sea cierto.
Les dejo con una iniciativa que se hace en NY todos los años, que no cuesta un duro, y que al menos es algo divertido que hacen los ciudadanos.
Es el día del viaje en metro sin pantalones. Y consiste en quedarse en bragas o gayumbos en el metro. Además tiene su mérito pues se hace en pleno invierno. Este año fue el 10 de enero y participaron mas de 3 000 personas en activo, sin calcular todos los que se divirtieron viéndoles.
Hay muchas otras ciudades que lo han copiado ya... al final sin que se caiga en la superficialidad, se trata de divertirse un poco, no?



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