El médico ruso


Cuando estaba en Moscú, en la antigua URSS, mi primer viaje, por allá por el año 1983 llevaba mis caribeñas costumbres de aseo.
Recuerdo que teníamos un invierno de unos -20 grados de promedio (con -10 hacía buen tiempo y se podía ir a esquiar) y alguna vez me cogió -37 grados en la calle.
Para soportar aquello, me apertrechaba de lo que yo llamaba mi traje de superman:
Lo enumero en el orden en que me lo ponia:

1 calzoncillos (normal, no?)
2. gayumbos largos de guata
3. una capa de papel de periódico "Pravda" (esto por asesoramiento de mis compañeros rusos de trabajo
4 unos únicos pantalones de pana que tenía
5 camiseta de tirantes
6 camiseta enguatada
7 camisa
8 jersey
9 bufanda
10 guantes
11 encima de todo eso el "paltó" (o abrigo ruso de lana)
12 lo mas importante: la "chapka" de pelo con orejeras
(la pinta aquí)

Aún así, por el aquello de que uno nace frente al mar (literalmente) y se acostumbra a bañarse en él todos los días, darse una ducha después e incluso en verano ducharse dos veces antes de acostarse y al levantarse, yo me duchaba todos los días hiciere la temperatura que hiciere.
Como yo, mi compañera E. (la de la sauna, recordáis?) también lo hacía.
Al principio no ocurrió nada, pero pasadas tres semanas comencé a ver unas grietas en los muslos que no tenían un aspecto muy normal.
La cosa empezó a preocuparme, y al comentárselo a mi compañera, me dijo que a ella le pasaba lo mismo.
Decidimos confiárselo a una traductora rusa, bastante cercana, para ver de qué forma íbamos al médico y nos recomendaba algo.
La traductora se puso muy seria y nos dijo:

_ ¿será contagioso?, ¿habéis dormido juntos? ¿será una extraña enfermedad tropical?

Cada pregunta era seguida por un NO, de respuesta de mi parte, y de parte de E. con algún improperio que impedía que se escucharan mis noes.


Aún así, la traductora oficial nos informó después de una hora, en la que al parecer discutió la conveniencia de llevarnos a un médico con la Dirección del Partido, que el médico nos vería al día siguiente.
Al día siguiente estábamos en la consulta de un compañero doctor, bastante mayor el hombre, que nos miraba por encima de unas gafas sin quitáselas.
A su lado (y nunca en nuestro bando) estaba la compañera traductora oficial.
Yo temía que el doctor comenzara con las mismas preguntas del día anterior, y aunque había aleccionado a E. no estaba muy seguro de que ella volviese a insultarles.
Inmediatamente nos indicó que nos quitáramos toda la ropa.
E. preguntó: - ¿aquí, así? y sin darnos mucho tiempo nos vimos obligados a quedarnos en ropa interior (la mas interior quiero decir) el uno delante de los otros.

- Uhmmm dijo el médico al ver mis muslos (al parecer se contuvo de observar mucho los de E.)

- ¿vosotros os bañáis todos los días?

- Si, respondimos al unísono.

- yo me ducho- añadí

Y E., para no ser menos, aclaró:

- Yo a veces lo hago hasta dos veces al día...

- uhmmm- dijo el doctor- MAL, MUY MAL

E. y yo nos miramos cuando escuchamos a la traductora:

- En la Unión Soviética sólo ducharse con agua 3 veces a la semana y una sola con jabón. Vuestra piel se reseca del frío (claro allí un bodymilk era un lujo inexistente)

Aún escucho las palabrotas de E. cuando salimos de aquél sitio ... yo no sé ella, pero 4 semanas mas tarde yo olía tan mal como todos los rusos e incluso los osos del zoo y tenía la piel intacta.

Comentarios

Nacho ha dicho que…
Todo tiene su precio...
La solucion al mal olor seria (si hubiera) comprar en el mercado (negro, ¿es politicamente correcto llamar al mercado negro?) un buen desodorante o colonia para disimular ¿no?

Abrazos.
Alberto ha dicho que…
¿desodorante detrás del telon de acero? :-) tas de coña...
un abrazo
Nacho ha dicho que…
Bueno si, estaba de coña, pero te diré que el mejor desodorante que jamás he usado lo compré en una tienda, especie de drogueria, en la calle del Obispo, en la Habana, hará más o menos 10 años.
Parecido al telón de acero ¿no?

Abrazos.
Juncal ha dicho que…
Hola...
Suscribo las palabras de Nacho en cuanto a lo del desodorante de la zona roja.
La leche, que bueno era.
Pero bueno, bueno, bueno.
Ya sabes que las damas no sudamos. Transpiramos :-)
Pero allí, hasta las damas se convierten en carreteros con aquellos calores.
Y a mí, una canción me iba y otra me venía (o esa sensación me daba).
Y lo que no podía ser de recibo era que ellas (o ellos)aún sudando y sin medios apenas, no dejasen ni un mínimo olor. Y lo digo a conciencia porque me obsesioné y me dediqué a esnifarles ;-) de la que pasaban, claro.
Y decidí comprar un desodorante de los suyos, de los nativos hecho a base de hojas de Yuca (creo)Supongo que parecido al Aloe-Vera tan de moda.
Pues mano de santo.
Y es que sois tan presumidos con la estética, que me temo que con aquellos fríos de las Rusias,no podríais sudar tanto, ni siquiera casi transpirar, como para esa exageración olfativa que dices.
Pero claro,que sería de vosotros sin el agüita...
Un beso
Sorry el rollo.
TORO SALVAJE ha dicho que…
Joder con el frío.
No aguanto los malos olores y tengo la desgracia de tener un sentido del olfato en perfectas condiciones.
Lo hubiera pasado mal.

Saludos.
Alberto ha dicho que…
Juncal, Nachus:

Creo que la ausencia de desodorante alli, era mas por tradición (pasar del feudalismo al comunismo no debe haber sido facil). La verdad es que luego de un tiempo te acostumbras. En Cuba recuerdo que cuando era pequeño cuando no habia desodorante, la gente (en mi casa tambien) usaba leche de magnesia, que era un laxante, peroque curiosamente tenia poderes antiperspirantes.
Un besote y abrazo

ToroS:
¿si te dijera que tambien yo (a pasar del tabaco) percibo mucho los olores?...al principio lo pasas mal, pero con el tiempo te acostumbras y no lo notas...en serio :-)
un abrazo
Sinplan ha dicho que…
Yo no uso desodorante porque tengo la piel muy sensible por lo que trato de no sudar (muchos piensan que soy vago pero no :)por culpa de un desodorante inventado en tiempos de escacez a base de Nitrato de Mercurio o algo asi, saludos olorosos
JOAKO ha dicho que…
Afortunadamnte el fio amortigua el olor ¿o no?

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