Un pueblo esconde muchas historias. Muchas vidas pasadas, y también muchas actuales que no se ven. Que permanecen en el limbo sin que sus propios habitantes se den cuenta de que forman parte de una historia actual, y a veces oscura por lo oculta o por lo poco evidente ante la evidencia total. Pasaron tres días antes de recibir el segundo paquete. Este tenía un color amarillo más pálido, como si se hubiese humedecido y secado al sol. Menos abultado quizá y por el tacto mas que papeles contenía unos pedazos duros, piezas sueltas de algo que en su totalidad no parecía configurar nada. Le abrió y entonces vio la empuñadura del bastón, de metal, cobre quizá, con la forma de cabeza de un perro de caza. La madera que soportaba la empuñadura estaba truncada, con un corte reciente hecho aparentemente a mano, o al menos sin usar ninguna herramienta de cortar. Además, tres plumas de pavo real llenas de motas de polvo, un espejo de mano, al cual se le estropeaba el azogu...
Comentarios
Estaba preguntándo(me) en alto cuando sería la fecha de tu viaje, mientras ponía esto a funcionar y
¡hale hop!.
Ya sabes lo que hablamos, de tan tan... acaba sorprendiendo. Eso dicen los que allí estuvieron.
¿?
Veremos tus ojos lo que cuentan. Ya estoy con curiosidad morbosa :-)
No se te ocurra irte sin despedida que quiero sacar el pañuelito por la ventana.
Besos.
Y sabes que espero fotos de aquellas rocas coloradas.
Para darle un toque diferente a las Vegas....
¿Porqué no te paseas por allí con una camiseta de la roja?
Disfruta, un abrazo.