Corleone

A Corleone llegamos por el morbillo que da El Padrino y el conocer que al menos 4 jefes importantes de la Mafia habían nacido allí. Aún en los años 90 se encontró a uno de ellos, que estaba oculto en Corleone desde hacía 20 años.
En la medida que te alejas de la costa, la isla se hace mas árida, sin llegar a ser La Mancha. Para llegar a Corleone, sales de Palermo y te empiezas a adentrar y a subir montaña. El pueblo está en lo alto de una montaña, rodeado por algunas mas y sólo se ven algunos viñedos y alguna oveja. Da la sensación de primeras de estar un poco abandonado, pero no me refiero a deteriorado (que quizá lo pueda estar un poco), el abandono del que hablo es de la poca gente que se puede ver en sus calles o en las ventanas.
Casi todas las ventanas cerradas. Quizá por el calor, aunque nunca ví que en una isla la gente aullentara el calor cerrando las ventanas. Eso se hace en la meseta continental o en el desierto.
Llegamos a una especie de plaza, donde al menos se veía algún comercio, sin que ahora logre recordar qué tipo de comercios eran. En una esquina, un grupo de ancianos, algunos con gorra y otros no, charlaban en voz no muy alta y al vernos llegar nos miraban escrutadoramente. Por lo contrario a muchos otros sitios de Italia, y aún de Sicilia, nunca eran los primeros en saludar, sólo alguno después de mi saludo respondía no muy entusiamadamente.
Un par de iglesias feas y al menos una bastante monumental. Resto de casas muy antiguas, si deshabitadas, y otras que ya formaban parte de la "nueva arquitectura" de Corleone, algo quizá construído en los años 70 con una mal gusto impresionante. Como en muchos sitios de Italia, pero quizá aquí sin fallar una: en las esquinas una imagen de una virgen o un santo con sus correspondientes velas y flores. Mucho pecador hay por aquí, pensé...

Las calles mas viejas pertenecen a la parte mas empinada del pueblo. En ellas el tiempo si parece detenido. Ni un cartel de papel en la esquina, en ninguna pared anunciando nada. Sólo cerca de la plaza ví algunos papeles pegado a un muro que convocaban a no sé qué rezos en una iglesia u otra actividad relacionada a ella.
Es un pueblo que da muy poco juego. Por una parte el temor de ofender o agredir haciéndo una foto directamente a alguien o a "algo", y además la poca capacidad de nadie con quien interactúas de enrollarse mas allá de un sonido gutural. Te ven, te están mirando, pero hacen como si no estuvieses allí.
La ausencia total de turistas me hacía pensar que al menos en algo debería llamarles la "atención" que llegaran 3 tíos en un coche con pinta de guiris. Sin embargo, no creo que existiéramos para ellos.
Terminamos el recorrido del pueblo en una cafetería frente una plaza mas amplia, donde también comenzaba un parque. Dentro de la cafetería, quizá el italiano con mas pinta de italonorteamericano que he visto: delgado, pelo largo agarrado en coleta, algo de ojeras y una nariz perfecta. Muy amablemente nos atendió, sin apenas emitir un sonido, ya no palabra, pero sí era solícito en sus ademanes y rápido con su trabajo. Una vez que nos sirvió unos helados, empecé a ver la escenografía del lugar... algo estraño, un poco kitch y lleno lleno de fotos de la película El Padrino. La imagen de Marlon Brando y Al Pacino en decenas de fotos de la película. Me hubiese quedado allí a ver si el paisano se animaba a emitir algún sonido inteligible, pero el acojone de mis compañeros de viaje, con lo que pudiese preguntar o decir (yo) y la poca intimidad que me brindaban hizo que después de unas breves palabras de agradecimiento en italiano-español e inglés (con estas últimas pareció quedar muy satisfecho) salí para adentrarme en el parque de palmeras y viejos sentados en los bancos. Sólo los hombres salen de su casa y se sientan al fresco. Sólo los hombres se ven en la calle en ese pueblo...¿? supongo que en las casas están las mujeres rezando el rosario por esa charla que tienen los maridos...

Fotos de Corleone aquí

Comentarios

Nacho ha dicho que…
Como sienpre muy interesante la descripcion.
Debio de ser estresante para tus compañeros la visita( son unos acojonaos)segun cuentas.

Por cierto estuve curioseando fotos y "muy guapas la mama y la tia"

Un abrazo.
Juncal ha dicho que…
Y sigo imaginando con tanta facilidad... qué fácil me lo pones. Si es que estaba hasta sintiendo el calor.
Cuando describías las calles desiertas con las ventanas (y contraventanas) cerradas, me acordaba de Lady Godiva, que podría ir aquí, también a sus anchas, con su melena y su caballo .

Y esas pequeñas capillas en las calles... y la ausencia de mujeres....es como si no hubiese pasado ni el tiempo ni la evolución.
No da la impresión de que Europa haya entrado en sus cabezas.

Es bonito saborear otras culturas, y de paso, a veces nos viene bien apreciar, lo poco que nos valoramos. Siempre creemos que estos países están muy por delante de nosotros.
Y ya ves...
Me sigue gustando tu visión.
Un beso.
Por cierto me hace mucha gracia el miedo que te tienen tus amigos...
TORO SALVAJE ha dicho que…
Parece la novela.
El tiempo no se atreve a entrar en ese pueblo.
Mucho miedo debe haber.

Saludos.
JOAKO ha dicho que…
¡Ea! ya no me hace falta ir a Corleone...
Maria Luisa ha dicho que…
Pues parece mentira..... porque hace un momento he visto que había 5 hoteles en Corleone y he pensado... "que bien rentabilizado tenían la novel y las películas, los mafiosillos de allí...", pero ahora veo que no, y me sorprende que los avispados mafiosos no lo hayan pensado.

Entradas populares de este blog

De nuevo Caramel