Delivery


Ayer me afeite todo el cuerpo, esperando convertirme en chino, pero amanecí sin lograrlo con algo de escozor en las partes afeitadas.

Aun tenía el pantalón del pijama y estaba tirado aun en el sofá donde duermo cuando sentí el timbre de la puerta.

Me puse el jacket y salí a la terraza delantera y desde allí pude ver el camión de UPS y ese hombre de tez muy morena y gorra de esquimal.

El timbre volvió a sonar, una y otra vez, y sin darme cuenta baje las escaleras de los tres pisos esperando responder al requerimiento del tío que insistentemente llamaba.

-Buenos días...Tengo una entrega de estas flores para el apartamento 1.

- Es que yo vivo en el tercer piso, apartamento 3.

- Es que no me responden en el primer apartamento y necesito entregar estas flores, puede recibirlas?.

- No se si debería, yo ni siquiera vivo todo el año aquí, y además soy extranjero, aunque ayer trate ser chino de Flushing sin éxito hoy.

- Recoja el ramo de flores por favor, y luego se lo entrega a la Sra...Iva....del apartamento 1.

La conocía. La señora Iva era una mujer de unos sesentaitantos años, de pelo pintado de un negro profundo y ella de origen griego. Llevaba toda su vida en Queens y con mucho trabajo y ahorros su marido y ella habían comprado el edificio de 3 plantas con 3 pisos. Vivian en el de abajo y alquilaban el resto.

Recogí aquel ramo de flores sin saber muy bien, que hacer con el. Subí las escaleras lo mas rápidamente que pude y busque en vaso donde ponerlas en agua.

Me vestí y me fui a Manhattan. Aun me quedaba explorar un barrio por el que había pasado muchas veces, pero había leído un articulo donde le consideraba un distrito histórico.

Una de las cosas que mas me gusta es perseguir un edificio, encontrarle y leerme en el café mas cercano su historia, generalmente relacionada mas con la gente que vivía o trabajaba allí mas que por las piedras mismas.

Después de una larga caminata por el barrio del Madison Square y dos paradas en varios cafés donde recargar cafeína.; aprovechar mas de un parque para dedicarme a mi delirio de rascarme el afeitado de mi cuerpo (comprobé que suele llamar menos la atención cuando uno se rasca en un parque a cuando lo hace en medio de la acera). Después de todo eso, decidí regresar a casa, cansado, sin acordarme de aquel encargo que había recibido del desconocido a primera hora de la mañana

Subí las escaleras, abrí la puerta procurando que no se salieran los gatos y entonces, como si esperara mi llegada, vi aquel ramo depositado en el centro de la mesa, con todos esos ridículos adornos de cintas y papel, que terminan desmereciendo las flores.

Aunque en el camino desde la puerta me había quitado el abrigo, el jersey y la camisa, decidí bajar en camiseta de manga larga. Pensé que me daría además un aire desenfadado con una familia griega.

Baje las escaleras ramo en mano y toque a la puerta de la señora Iva

- Quien es?

- Soy el amigo de los vecinos del tercer piso, que traigo una entrega para usted.

La puerta se abrió lentamente y apareció la señora Iva, que se me atojo mas gorda que de costumbre. Detrás a alguna distancia, su marido miraba fijamente hacia la puerta (donde estaba yo, claro) y competía conmigo con una camiseta sin mangas. En la tele estaba sintonizado el partido del Real Madrid-Barca.

Me explique:

- Hoy por la mañana trajeron este ramo de flores para usted, creo que la compañía de delivery era UPS, pero no estoy seguro, aunque firme un papel.

- Flores? para mi?- dijo la señora extrañada y mas bien con cara de disgusto

- Eso dijo el chico del delivery, la señora Iva....- De repente no pude evitar rascarme nerviosamente el afeitado de mi pecho.

Mire un segundo al marido de la señora Iva, que fijaba sus ojos no en mi, sino en el ramo de flores que aun colgaba de mi mano.

Mire luego a la señora Iva y solo su boca existía con un ligero bigote apenas perceptible

- Eso es imposible, esta usted equivocado. Esas flores no son para mi, la señora Iva es una mujer casada- se refirió a ella misma en tercera persona

Me quede bastante pegado y solo mi mente dejo de barajar posibilidades de equivocación cuando la puerta se cerro delante de mi nariz.

Claro - pensé entonces como explicándome a mi mismo- Solo las mujeres casadas no reciben flores en un delivery.

Abrí la puerta del edificio, Salí y camine unos pasos sintiendo el frio sobre la camiseta. Metí con cierto cabreo las flores en el primer latón de basura que encontré.

Comentarios

Juncal ha dicho que…
Alberto... Te sientan bien las vacaciones. Estás sembrado. Me he reído todo y un poco más con tu peripecia, tus entrelíneas y ese prurito de no llegar a chino.
¡ Prejubilación, por Dios !
Es lo más conveniente para ti y para mi difícil sentido del humor.
Gracias, hoy.
Un beso.
ZoePé ha dicho que…
Está muy bien que vayas a Queens de vacaciones. Si vivieras allí no escribirías cosas deliciosas como esta.
Besos, Albertico.
Alberto ha dicho que…
Juncal:

A cualquiera le sientan bien las vacaciones. El estado de semi-esclavitud no es bueno para las neuronas. De cualquier forma no puedo evitar que me pasen ciertas cosas...Me alegro que te echaras unas risas. Besotes

ZoePe:

Quiza no escribiria si tuviese que trabajar. En Madrid ni me entero de la mitad de las cosas que suceden a mi alrededor por si con prisas con los grilletes puestos.
Besotes
Fa ha dicho que…
Tu texto me recordó este video:
http://www.youtube.com/watch?v=rr5SFhGPIjk
Y me reí tanto con tu ocurrencia como me reí la primera vez que vi el video
Besos
Alberto ha dicho que…
Me partí de la risa con el video del "chino" creo q efectivamente el y yo solo parecemos mas chinos cuando el sol nos da en la cara de frente.
Besotes
Sinplan ha dicho que…
En ese cuento corto Dashiel Hammett meets Jardiel Porcela mi socio. Cuando te decidiras a organizar todo eso para que mas gente lo pueda disfrutar, le quitas algun que otro testículo para evitar la censura y ya, un abrazo
bambu222 ha dicho que…
No sé si te lo has inventado o es real,dá igual me ha gustado esta historia.Besos.

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