Presentimiento otoñal

Presiento que llega el otoño...
Ya sabemos, cada vez que cambia de estación hacemos una entrada.
Y es que esto de las estaciones empieza a marcar el ritmo y el comportamiento de todos nosotros (o perdón, el mío especialmente)
Noto que tardo mas en la ducha bajo el chorro de agua hirviendo.
Por las mañanas salgo de casa y es de noche y cuando vuelvo también se ha hecho de noche...lo cual me produce un sentimiento de clandestinidad terrible en cuanto al trabajo (si encima que hay que currar, que parezca "clandestino", joder)
En los bajos de la oficina, ya apenas se puede fumar, hace una rasca impresionante y pasamos el doble de frío pues aún no nos decidimos a ponernos ropa de "invierno".
Cuando camino de ida y vuelta a casa, ya me empiezan a caer hojillas de los árboles, lo cual me da una melancolía tan grande que he pensado llevar un bote de loctite y pegar las que aún son pocas...
Ya no recogeré muchos mas tomates de mi huerto... y los gin tonics en la terraza serán reemplazados por copas de vino frente a la chimenea... joder... empezó la faena de buscar leña!
Es la época en que empieza a llover y desde hace dos días vengo con una gabardina negra, que mis compañeros de curro encuentran "muy elegante" pero que yo creo que me da un aspecto siniestro como el hombre del saco.
Lejos de desnudarme, como mis amigos de blog, Juncal y Nacho, yo me pongo mas ropa, y las camisetas usadas se amontonan junto con las bermudas que me piden a gritos que las lave y las guarde de una vez.
Aún no tengo los jerséis a mano…por lo cual me voy disfrazando poco a poco con lo que encuentro.
Quisiera parecerme al de la foto de arriba, pero creo que mas bien con la gabardina me parezco a este otro:


El otoño...
Habrá que ponerse a hibernar en breve, no? ¿hibernamos el blog?

Creo que lo que verdaderamente me entusiasma del otoño, es que en cuanto empieza a entrar (como ayer), me saco un pasaje a Nueva York para finales de noviembre...