La partida y la llegada

Para Dex, que me ha pedido que le escriba esta misma noche.

Cuando me vino a buscar el taxi para el aeropuerto, en Madrid nevaba. Esa aguanieve que termina calando acompanada del gris invernal. La gente caminaba apresuradamente y los coches se peleaban con acceder a la carretera de Burgos.
Despues de los controles de rigor, pense si cada dia se me hacia mas largo el proceso de transportarme, con los controles, los numeros (de la reserva, del vuelo, de los asientos, de la puerta de salida). Y someterse a ser escrutado por gente que quiza no quiere verte. Que te tiene delante y tu eres tu disgustado trabajo.
Despues de toda esa odisea que al menos paso tres veces al anno, me volvi a preguntar: Que hago yo aqui cuando puedo estar arropado en casa con una mantita?
Como la unica forma de liberacion que tenemos los fumadores es correr hasta el primer area de humo, alli me fui, a encontrarme con otros solidarios apestados.
El vuelo fue normal normal? las horas (de la entrada anterior) que se hacen eternas entre el leer el libro que llevas, hartarte de el, caminar por el pasillo y tratar de tragar una comida sacada de alguna peli de ciencia ficion.
Llegamos a Miami.
Sin sol, con el calor de bochorno (al menos para los que viajabamos abrigados)sali del aeropuerto para respirar en un improvisado jardin con mucho cemento y algunas palmera.
Ya estoy aqui, me dije.
Y quiza me pregunto si querre estar haciendo este viaje. (continuara)