Las miserias humanas


Cuando era un adolescente y ya me había leído "los Miserables" de Balzac, pensaba que cuando el mundo se refería a "Las miserias humanas" lo hacía invocando al libro, a los pobres.
Mi ingenuidad sobre la actitud "miserable" no llegaba a comprender que fuese algo que con el tiempo iría tomando cuerpo y definición en mi universo.
Pienso en cuán ingenuo he sido a veces, a veces lo sigo siendo, pero afortunadamente no me doy cuenta, y a veces lo soy cada vez menos y me entristece.
Esto no es un defecto o una virtud para mostrar o esconder. Esto sólo le atañe a uno mismo que es quien al final paga las consecuencias (buenas o malas) de su ingenuidad o de la falta de ella.
Aún así me sigue sorprendiendo la desfachatez conque se presenta cada vez más esa "miseria". Cuán frecuentemente se ve a alguien desdecirse, apoyar a uno y acto seguido correr a donde los otros, planificar calculadamente y provocar una situación y salir beneficiado de ello... Cosas para mi tan despreciables ahora, como inexistentes en muchos años de mi vida.
Seguramente todo eso existía durante un largo período, sólo que yo no me daba cuenta.
Pero no hay que evitar verlas, sino más bien intentar no verse involucrado por ellas.
Y es que esas "miserias humanas" no entienden de sexo, ni raza ni de condición social, aunque se nos hagan mas evidentes quienes dependiendo en el circulo en que nos tengamos que mover.
Aunque trates de luchar contra ellas (confieso que lo he hecho con muy malos resultados para mí), siempre ganarán. Es imposible utilizar sus mismas armas, y sólo se gana la batalla a los ojos de quienes como tú la padecen.
No hay que esperar a llegar al trabajo, las puedes escuchar temprano en la COPE, verlas como empujan y tratan de quitarte el asiento en el metro, el puesto en los ascensores del trabajo, en la chulería de tanta gente en las empresas, las verás hacer política en los periódicos, en los tribunales,en los bancos, en las instituciones, dondequiera que mires allí estarán.
Las miserias humanas nos rodean. Nos acosan y nos hacen (al menos momentáneamente) un poco más viejos.

Hoy observaba a mi madre de 90 años enfrascada en tomarse un yogurt y mirar un tonto programa de baile en televisión.
Por un momento le envidié haberse hecho tan mayor que ya apenas las miserias del mundo le tocan.
Por lo menos algún día hay esperanza de escapar de ellas...

Comentarios

Nacho ha dicho que…
Da pena comprobar que a tu alrededor exista tanto miserable.
La unica forma de ganar al miserable es ignorarlo, no jugar su juego, romper la baraja.
¡Que haga solitarios!

Abrazos.
ZoePé ha dicho que…
Había muchos miserables en El Rojo y el negro de Stendhal y en Papá Goriot de Balzac. Pero creo que Victor Hugo se los llevó todos a Los Miserables.
Dos besos. Que duermas bien, Albertico.
Sinplan ha dicho que…
Ya me canso de los miserables y trato de ignorarlos cuando puedo, y me molesta la cultura de admiracion por la ambicion y falta de misericordia, lo que sumado a ciertas, para mi aparentes, ventajas de ser miserable (desde asiento en el metro hasta un cargo politico ect)alejan a mucha gente de buenas actitudes que deberian ser mas atractivas y reconocidas, nada que cada vez parece menos bueno ser bueno creo yo. Me encanta una extraña idea de Marti: "tengo fe.. en la utilidad de la virtud" (dice "utilidad" real y tal vez material, no agradecimiento divino ni humano),, un abrazo
TORO SALVAJE ha dicho que…
A mi cada vez me resulta más difícil mirar lo que me rodea y no explotar.
No hago otra cosa que fabricarme burbujas donde cobijarme.

Saludos.
Sinplan ha dicho que…
Albert: Tengo una falta total de entusiasmo por escribir en mi blog, que tal si me ayudas y me dejas escribir con tu mismo titulo cada vez y por un tiempo? Ya creo que lo hice un par de veces sin tu permiso. Asi no hago estos largos y aburridos comentarios.. otro abrazo
JOAKO ha dicho que…
Hace pocos días tuve una dicusión con un amigo, él presumia de saber como esquivar las multas de circulación a base de hacer recursos, en estos recursos utilizaba todas las triquiñuelas posibles para no pagar las multas, identificaba al conductor como un ciudadano Australiano, con el número de un pasaporte sacado de internet, diciendo que le había prestado el coche, el juez le pedia copia de los billetes de avión del "amigo Australiano", él respondía que había entrado por la frontera Francesa en coche, y así recursos y recursos...al final me cansé de tanta prepotencia con respecto a la "presunción de inocencia" y le pregunté si la multa era real, si conducía él y realmente iba a mayor velociodad de la permitida...SI,SI y SI...le llamé cínico...¡Y SE OFENDIÓ!
Juncal ha dicho que…
Me encanta.
Cómo me gusta Aníbal...
Miserias.
Qué dificil ubicarlas en el sitio oportuno.
La COPE encuentra miserias en la SER.
O viceversa.
En lo alto se encuentra la miseria bajo sus pies, por la falta de ambición.
El pobre encuentra miserable al rico.
El enamorado las ve cuando el desamor le llega...
De alguna manera, en algún momento olfateamos la miseria alrededor... o nos convertimos en miserables para otros.
C´est la vie.!!
Parece que un bando no tolera al otro.
Pues... o burbuja... o abstracción. Creo que no hay más opciones.
Bueno sí.
El tiro.
;-)
Un beso, Alberto.
Alís ha dicho que…
Como adulta, aunque me salpican y afectan, puedo torear bastante bien las miserias, al menos las más cercanas (las macromiserias son más difíciles de evitar).
Como madre, me preocupa más. Mi hija tiene cuatro años e intento inculcarle (voy a recurrir al comentario de Sinplan para explicarlo) la "utilidad" de la virtud. No es fácil, cuando veo que a parte de sus compañeros les enseñan desde tan pequeños esas actitudes miserables que nosotros evitamos.
Sigo en esa lucha, pero está difícil.
Besos
Juncal ha dicho que…
* N del A

... pegarse un tiro en la sién.
Último recurso de los idealistas.
:-0
Nacho ha dicho que…
Por cierto, se me olvidó comentarte que el sabado pasado viví en directo, en el kiosco, un episodio de miserabilidad humana que me dejo atonito.

Abrazos

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