Yoga de bañera

Hace muchos años que practico yoga. No recuerdo exactamente cuando empecé, quizá de adolescente, animado por una amiga esotérica que se apuntaba a cualquier cosa desconocida y exótica (en el trópico). Entonces no sabía muy bien de qué iba aquello ni para qué me servía, pero aprendía las asanas con aplicación y las hacía muy de vez en cuando.
Luego se sucedieron temporadas intermitentes de yoga, algún año en la universidad, unas clases de yoga-socialista en la URSS donde el profesor nos exigía las posiciones como si fuésemos gimnastas de competición...y así podría rememorar muchas veces donde se repetía la historia del yoga, con diferentes profesores y quizá con matices diferentes de mi parte.
Finalmente creo que le hallé algún sentido a aquello, que poco a poco empecé a disfrutar.
Hasta hace 4 meses solía ir dos veces por semana a las clases de yoga que se imparten en el macro-gimnasio de mi trabajo. A pesar de que la profesora parece uno de esos seres etéreos y bondadosos, que acaricia cuando te ayuda a ajustar una posición, decidí después del verano despedirme y no asistir mas.
No sé si me pesaba la dinámica de salir de la oficina corriendo, meterme en el gimnasio donde se encuentran todo tipo de congéneres con quienes me identifico poco, hacer las colas en las duchas después y salir escopetado comiéndome un bocadillo de máquina, para llegar después a mi asiento con la sensación de haber corrido mas bien 800 metros, que de haberme relajado.
Por eso he optado por una modalidad que también llevo años practicando, pero a la cual no he querido dar nunca la categoría de "yoga". Es lo que le he llamado "yoga de bañera", que consiste en llenar la bañera hasta la mitad de agua caliente, echar unas sales y un gel no demasiado oloroso y adoptar las posiciones en que mi cuerpo intuitivamente se estira o se contrae.

Bañera humana de David Bázquez

Quizá me llevó a analizar realmente qué me daba el yoga a mí y comprender que mas que la colocación de cuerpo en posiciones aparentemente absurdas, me brindaba concentración en algo que nada tenía que ver con lo que me rodeaba y que finalmente podía optar por poner mi mente "en blanco" o dedicar una vez conseguida la postura esos minutos a la meditación.
Soy consiente de lo ridículo que puede sonar todo esto, pero afortunadamente lo del yoga de la bañera no lo hago para que "suene bien" ni siquiera para que sea categorizado.
A veces me leo un libro cuando me estoy bañado, interrumpo su lectura y dejándolo a un lado puedo hacer la posición del puente durante unos segundos. Aprovecho y me sirve para pensar en algo de lo que he leído o en cómo se asocia eso a cualquier situación que he visto en mi vida.

Les pondré un ejemplo de hoy:

postura 1

Reclinado hacia adelante, con los pies recogidos pongo la frente en las rodillas y respiro dejando salir el aire muy lentamente. Logro mantener esa posición durante unos minutos y en un momento determinado pienso: "Toda esa gente que busca a alguien para que le quiera y a quien querer (y me incluyo yo mismo en otros períodos de mi vida), no hace mas que aferrarse a una figura que le de las seguridades que no se sabe dar a si mismo" Y a continuación pienso en un amigo, en una amiga, en la soledad que dicen que les acompaña...

postura 2

De pie en medio de la bañera, me inclino hacia un lado sujetándome el tobillo izquierdo con la mano izquierda. Alzo la mano derecha hacia el techo y observo los desconchados que empieza a tener la pintura del techo. Comienzo a descubrir cada una de sus formas, sus redondeces, sus líneas afiladas a veces...pienso que "quizá es tiempo de que alguien me haga ver todas esas cosas que no puedo ver, que si bien es cierto que de todos se aprende algo, me cansa ya el papel de abuelo cebolleta que le descubre el mundo a sus discípulos".

postura 3

Subo los pies a la pared de entrente, mantengo los talones unidos y pongo los dos brazos flexionados con las manos detrás de la nuca. Pienso que si uno de los pocos héroes a imitar en estos últimos años, ha sido "El nota" (the Dude) de El Gran Lebowski , y es la peli que me veo siempre que algo anda mal, o me siento demasiado filosófico, por qué cojones cargo con un ipod, una PDA y ahora me compro un eBook ... ¿creéis que a "El nota" le interesarían cualquiera de esas chorradas?