Emociones y percepciones
¿Cuántas veces al año cambia la percepción de las cosas?
Quizá tantas veces como te lo propongas...
No es sólo el hecho casi físico de "mirar" con otros ojos, sino también contemplar otro punto de vista.
Hace años me hice el propósito de reconsiderar mi visión de las cosas. Al principio fue con uno de esos palos que te da la vida. Algo que tu veías o considerabas de una manera y resulta ser de otra. Entonces, pasado el fracaso, (por llamarle de alguna forma) me hice el propósito de "ver" las cosas desde la media botella vacía y desde la media botella llena.
Cuesta trabajo deshacerse de una visión propia. Incluso cuando tratas de desecharla totalmente. Es un proceso donde al final crees que tienes una idea primaria o que prevalece sobre la otra. Darle credibilidad a la que no ha sido tu idea primaria es casi un ejercicio zen, como quien se repite un mantra una y otra vez.
Luego comenzó a ser divertido. Llegó un momento en que cualquiera de las dos posibilidades tenía futuro como cierta, lo cual me ahorraba en sorpresas (gratas e ingratas) y casi, casi siempre me esperaba el resultado. Aún podía conservar un poco de alegría (si era grata) y un poco de tristeza (si era ingrata), pero no demasiado... todo muy cómodamente racional, con su exacta dosis de pasión (lo cual supongo que para muchos no es pasional, pero créanme que si puede serlo).
Mas tarde me dí cuenta que eso se podía traducir a lo que visualmente podía percibir. Una mañana nunca era diferente a otra según mi mirada. Sin embargo, cuando sólo veía amarillos empecé a tratar de buscar los rojos...y los encontraba!. Algo parecido a lo que los hippies y los gurus de los 70 podían hacer a través de un "viaje" con LSD, con el tenaz aprendizaje de "encontrar" se podía lograr.
Lograr ver diferente o encontrar lo oculto es parte del viaje hacia las cosas.
Todo esto lo he aprendido con la gente. Algunas veces la que me rodea, otras inclusive de desconocidos.
A veces no es que sólo le preguntara a alguien "cómo veía la cosa" :-), sino que también les preguntaba de qué color o forma lo veía.
Para ello, los niños (a pesar de yo no ser muy apegado a ellos) resultan fantásticos. Al menos te ahorran las miradas extrañas que te pueden echar los desconocidos cuando les preguntas que cómo se "ve" algo. Cualquier niño está dispuesto a jugar a ello sin cuestionárselo demasiado.
Lo asombroso es que cada uno de nosotros se emociona, percibe y se hace un juicio totalmente diferente, o al menos que en muchos casos, que difiere del tuyo, o del de él o de ella.
Esto es polimorfo; la vida lo es, cromática, poliforme, impredecible. Y mas que atormentarse por ello y errar en la comunicación es mejor disfrutarla.
Resumiendo puedo decir que he aprendido (y con esto no quiero decir que sepa nada ni que le "recete" a nadie nada), que las pasiones se pueden vivir en su justa medida y que además cada vez se encuentra mas riqueza (y alegría por ende en mi caso) en lo que veo.
Parece que me hago mayorcito... :-) , y eso que ahora llevo gafas.
Quizá tantas veces como te lo propongas...
No es sólo el hecho casi físico de "mirar" con otros ojos, sino también contemplar otro punto de vista.
Hace años me hice el propósito de reconsiderar mi visión de las cosas. Al principio fue con uno de esos palos que te da la vida. Algo que tu veías o considerabas de una manera y resulta ser de otra. Entonces, pasado el fracaso, (por llamarle de alguna forma) me hice el propósito de "ver" las cosas desde la media botella vacía y desde la media botella llena.
Cuesta trabajo deshacerse de una visión propia. Incluso cuando tratas de desecharla totalmente. Es un proceso donde al final crees que tienes una idea primaria o que prevalece sobre la otra. Darle credibilidad a la que no ha sido tu idea primaria es casi un ejercicio zen, como quien se repite un mantra una y otra vez.
Luego comenzó a ser divertido. Llegó un momento en que cualquiera de las dos posibilidades tenía futuro como cierta, lo cual me ahorraba en sorpresas (gratas e ingratas) y casi, casi siempre me esperaba el resultado. Aún podía conservar un poco de alegría (si era grata) y un poco de tristeza (si era ingrata), pero no demasiado... todo muy cómodamente racional, con su exacta dosis de pasión (lo cual supongo que para muchos no es pasional, pero créanme que si puede serlo).
Mas tarde me dí cuenta que eso se podía traducir a lo que visualmente podía percibir. Una mañana nunca era diferente a otra según mi mirada. Sin embargo, cuando sólo veía amarillos empecé a tratar de buscar los rojos...y los encontraba!. Algo parecido a lo que los hippies y los gurus de los 70 podían hacer a través de un "viaje" con LSD, con el tenaz aprendizaje de "encontrar" se podía lograr.
Lograr ver diferente o encontrar lo oculto es parte del viaje hacia las cosas.
Todo esto lo he aprendido con la gente. Algunas veces la que me rodea, otras inclusive de desconocidos.
A veces no es que sólo le preguntara a alguien "cómo veía la cosa" :-), sino que también les preguntaba de qué color o forma lo veía.
Para ello, los niños (a pesar de yo no ser muy apegado a ellos) resultan fantásticos. Al menos te ahorran las miradas extrañas que te pueden echar los desconocidos cuando les preguntas que cómo se "ve" algo. Cualquier niño está dispuesto a jugar a ello sin cuestionárselo demasiado.
Lo asombroso es que cada uno de nosotros se emociona, percibe y se hace un juicio totalmente diferente, o al menos que en muchos casos, que difiere del tuyo, o del de él o de ella.
Esto es polimorfo; la vida lo es, cromática, poliforme, impredecible. Y mas que atormentarse por ello y errar en la comunicación es mejor disfrutarla.
Resumiendo puedo decir que he aprendido (y con esto no quiero decir que sepa nada ni que le "recete" a nadie nada), que las pasiones se pueden vivir en su justa medida y que además cada vez se encuentra mas riqueza (y alegría por ende en mi caso) en lo que veo.
Parece que me hago mayorcito... :-) , y eso que ahora llevo gafas.
Comentarios
una experiencia parecida a cuando ví la primera vez con los espejuelitos esos, una película en 3D. fue terrible para mi estrecha mirada en dos dimensiones.
no estoy a la altura de estas disquisiciones albertico.
y ya hoy dos veces me he dado cuenta de lo ignorante que soy. es mucho para mi ego maltratado.
así que me voy a dormir.
dos besos.
Quizá si.
A mí me gustaría volver a tener la mirada de niño.
Y como no es así me quedo con la mía.
Me fío de ella.
Aunque no me guste sé que es sincera.
Y conozco muchas que no lo son.
Saludos.
El tuyo es un buen sistema preventivo.
Pasiones en su justa medida.
Lo difícil es saber buscar.
Lo difícil es NO agarrarse de mano a un simple sombrero, pudiendo ver una boa que se ha tragado a un elefante.
Lo difícil es imaginar la otra visión porque no es espontánea pero como todo supongo que sería cuestión de práctica (y de voluntad) (y de autocontrol).
A veces me pregunto si no habrás equivocado tu profesión.
Aquellas clases de oyente de antaño te debieron dejar una huella.
¿ Será que en su momento no te planteaste el otro color, la otra opción? ;-).
Yo sería una alumna difícil. Demasiado prendida a mis emociones.
Un beso.
¿Cambiar la percepción?
Si creias que algo que considerabas bueno resulta que no lo es, ¿porqué no cambiar?
No sé si borrar este comentario o dejarlo, me estoy haciendo un lio y yo no tengo un partido de futbol que ver.
Abrazos.
Besos, Al
PD. Te voy a regalar una caja de plastidecores :D