Viaje hacia el invierno
Y ahí voy… a su encuentro, caminando despacio, observando
cada segundo, cada luz y cada sombra.
Mis viajes de “vacaciones” son buenos, pero no llegan a
tener la totalidad del viaje anual, ese que se realiza cuando empieza el año,
no importa en que fecha lo inicies.
No son ni buenos, ni malos, o quizá son “el viaje”, una
mezcla de ruidos, ausencias, quietud y vorágine. Eso suele ser el viaje del
año.
Este año reviví la amistad adolescente de un amigo, el cariño de
la juventud de una amiga. Aún les tenía conmigo, a pesar del tiempo y la
distancia.
Empezó incluso antes del verano. Unos inmigran o emigran y
aparecen de nuevo, donde nunca se habían ido y pareces que les cuidas, y más
bien ellos cuidan de ti.
Compartir escenario con un amigo de niño. Porque a los
diecisiete o antes sólo se es un crío y agotar el tiempo en Segovia o París con
los mismos chistes y petulancias y poder repetir que seguimos siendo los mismos
siendo tan diferentes a como éramos…no tiene precio.
Cada día recuerdo mas El mundo de ayer , la novela de Stefan Zweig (quizá mala cosa si se trata de un tío que terminó suicidándose). En ella, Zweig hacía la
memoria de sus días ante la decadencia del mundo de entonces ante la guerra.
A
veces imagino que se aproxima esa guerra (aunque quizá estemos ya en ella).
Aunque al que ha vivido una guerra este comentario le parecerá superficial.
Pero en el planteamiento ante un entorno que te quiere resultar hostil, con sus
amenazas políticas, económicas, sociales y de los medios (esas que están
resultando tanto o mas efectivas que las otras), sólo te queda apertrecharte
detrás de tu vida, de tu invento de emociones y percepciones y apelar a tu
ética individual y a tu sensatez (que seguramente que será mas razonable que la
que te quieren imponer).
Del viaje de cada día, de las caras del metro, de los
músicos que tocan en los pasillos, del frío de la mañana, de las caras amables
de quienes te conocen me quedo con el transporte. Ese transporte imaginario
pero existente, que te permite ir pasando de una cosa en otra que te excita los
sentidos, la mente, la compasión o los odios…Es fascinante ir por ahí y
sentir…más que sentir que estamos vivos…vivir
Apúntense a este viaje. Con todas sus consecuencias.
Llega el tiempo de seguir este viaje del año.
Comentarios
Buen viaje.
Lo dicho: tengo ganas de verte.
Besos.
A veces, tienes razón es casi necesario dejarla que se emborrone y fijar la vista en lo que nos da sentido, ese viaje interior.
La taquilla está siempre abierta, nunca te dejan en tierra y el revisor te conoce desde que naciste ...(supongo).
No problem.
Besos Alberto