La deserción


Yo no diría que deserto todos los días, pero si frecuentemente. Lo que hace años era casi una tragedia, o al menos sin exagerar un largo proceso lleno de algún sufrimiento, se ha convertido en un fluir de sentimientos que al final acaba en un "ya no estás mas allí".

Además de las deserciones afectivas (que en el fondo son casi todas), las llamadas deserciones físicas marcaban la vida cuando eras pequeño, o adolescente. Tenías unos amigos, te mudaban o les mudaban de colegio, y desertabas/ban de su/tu vida.

Si reñías con alguien o simplemente los intereses de tus amigos diferían de los tuyos, desertabas de su círculo.

La última gran deserción de mi vida fue de mi país. Aunque en realidad la deserción no se produjo en el momento de mi partida, sino mucho tiempo después cuando me abandonaron las ansias de volver, aunque fuese de visita.

Creo que poco a poco uno se va cuidando de las deserciones al reducir las expectativas de cualquier cosa nueva. Se deserta de un partido, de una idea, de alguien que te pareció que podría ser cercano y con sorpresa y decepción te diste cuenta de que jamás podría ser así.

Se deserta de un gimnasio, de un coro o de un trabajo. Cuando cualquier actividad que realizas comienza a decepcionarte o se hace tan rutinaria que te lleva a preguntarte qué haces allí: desertas.

No aliento deserciones, ni las considero traiciones (ni siquiera a uno mismo), son simplemente baches que uno encuentra en el de cursar de la vida. Y cada día la amortiguación del coche es mejor.

Hay garantía de cosas que sí duran toda la vida: gentes, ciudades, ideas también. No hay que temer desertar de ellas. Esas, las buenas y definitivas, permanecen sin esfuerzo, aunque haya que esforzarse en ellas. Parece contradictorio pero no lo es. No es algo que nos "pese" y que tengamos que hacer.

La mejor expresión y más precisa que recuerdo acerca de la deserción, es una que en Cuba era muy popular: "Le apagué la planta a eso" (o a alguien). La "planta" se refería a la "planta eléctrica" que suministraba la energía para mantener algo encendido. Es genial y además es eso: tu energía no sigue pasando al objeto, persona o idea que tienes delante de ti. Ya no existe tal cosa.

Lo siguiente curioso al observar la deserción es la distancia que se toma de uno mismo. De esos sentimientos que antes te apabullaban. Te ves a ti tan tranquilo y ves el bache que acabas de pasar como algo natural y carente de drama. Una especie de satisfacción por la intocabilidad de tu alma te inunda y casi te hace feliz

Comentarios

Juncal ha dicho que…
Haces fácil lo difícil.
Y yo no sé, si se nace o uno se hace.
Parece, según ambos (Carnicero y tú)que lo más duro es empezar.
Mira a ver si esto va a ser como el asesino en serie, que una vez que empieza ya no lo puede dejar ...
Ja !!
Igual después de tanta deserción acabamos... como la radiografía del silbido.
(Frase, por cierto de Valladolid-familia paterna)
Pero según tú, satisfechos.
¿Y el rastro? ¿No queda?

Buen finde, Alberto.
Alberto ha dicho que…
Me ha encantado lo de la radiografía del silbido, me lo incorporo...rastro? Quizá, a veces, no deja de ser parte de la historia de uno, como la viruela o la escarlatina :). Supongo q cada cosa tendrá mas rasTro o intensidad. Y si. Tan contento como dices.
Alberto ha dicho que…
Me ha encantado lo de la radiografía del silbido, me lo incorporo...rastro? Quizá, a veces, no deja de ser parte de la historia de uno, como la viruela o la escarlatina :). Supongo q cada cosa tendrá mas rasTro o intensidad. Y si. Tan contento como dices.
ZoePé ha dicho que…
Desertar no viene de desert? Ay me gustan los postres a mí.
A la postre!
Besos y buen fin de semana de carnaval.
Alberto ha dicho que…
Carnaval..? Ni me acordaba y eso q a mi también me gustan los postres desertora! :)
Fa ha dicho que…
Para mí, desertar tiene que ver más con eldesierto. Aún no aprendí a desertar sin dolor. Ya sabes: voy arrastrando el pasado como una enorme mochila, empeñada en recordar lo que debería olvidar.
bambu222 ha dicho que…
Los dos últimos párrafos me llenan
de cierta esperanza.Me ha gustado
esa expresión le apagué la planta...la voy a adoptar con tu permiso.Si.a veces hay que desertar para ser más felices.Abrazo.

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