Punto de partida: Biel, Suiza
Suiza es un país aletargado, en un equilibrio estable que le da el confort, las verdes praderas, los inderretibles glaciales y el dinero en los bancos.
Puede ser tópico, pero palpable...
Una pequeña ciudad, a caballo de las suizas francesas y germánicas está Biel, que es mitad y mitad. Juntas pero no revueltas. Para mí que a los suizos eso de revolverse les va mal o seguramente lo encuentran de mal gusto.
Biel es una ciudad en que vas a un comercio y te atienden en francés, y lo que escuchas el resto del tiempo dentro de él, posiblemente es francés...luego caminas un par de calles mas, entras en otro comercio y esta vez sólo oyes alemán. Así es la ciudad. Sin dramas.Francófonos y alemanoparlantes conviven en la misma ciudad ignorándose mutuamente, quizá como mucho pensando unos, que los francófonos son unos estirados, y éstos de los alemanes, que son unos paletos.
Generalmente en las pequeñas empresas la gente se agrupa o emplea también por el idioma que hablan. Los grupos de amigos, salvo alguna excepción, está determinados por el idioma en que pueden mostrar sus escasos afectos o mas bien sus escasas muestras de ellos.
Aún así, no se respira un mal rollo, y la gente va despreocupada y a su ritmo por la calle. Es de las pocas ciudades suizas donde los inmigrantes son visibles, al menos en las plazas principales y es usual ver negros que van y vienen chapurreando el alemán o el francés. Algún latinoamericano en uno de esos bares de nombres tropicales que tienen y que a mi ojos parecen anacrónicos.
A pesar de lo puntual de sus trenes, de la ajustada y milimetrada burocracia, es posible que te dejen 15 días el coche en el taller de reparaciones, sin decirte qué tiene, o la linea de Internet de acceso del edificio estropeada durante mas de tres semanas.
Allí la vida también es posible, a pesar de ese esquema de vida de vitrina que tienen.
Por lo demás (y mas por la experiencia de amigos que viven allí que por mí), son cordiales, educados y...distantes.
Los paisajes son impresionantes. A veces tanto que no llegan a conmoverme por su irrealidad.
Salir del territorio suizo, aún pasando por el cantón italiano, Tesino, famoso entre los suizos por ser "italianos" y no hablar ninguna de las otras tres lenguas oficiales del país (alemán, francés y romanche), es sentir la sensación de "se acabó el orden" o "adiós a la limpieza de las calles" o, "empezaré a ver gente que grita y ríe". Me llamó la atención esto de las lenguas oficiales:
A pesar de que todos los impresos oficiales tienen que estar en los tres idiomas, en cada región, las señalizaciones están en el idioma de la región y en ningún otro. A menos que esa región esté compartida (como el caso de Biel).
No llegué a preguntar si alguna vez alguien había formado un partido independentista, me temo que no, o por lo menos, mucho ruido no habrán hecho... en el fondo son tan suizos todos ellos...
Puede ser tópico, pero palpable...
Una pequeña ciudad, a caballo de las suizas francesas y germánicas está Biel, que es mitad y mitad. Juntas pero no revueltas. Para mí que a los suizos eso de revolverse les va mal o seguramente lo encuentran de mal gusto.
Biel es una ciudad en que vas a un comercio y te atienden en francés, y lo que escuchas el resto del tiempo dentro de él, posiblemente es francés...luego caminas un par de calles mas, entras en otro comercio y esta vez sólo oyes alemán. Así es la ciudad. Sin dramas.Francófonos y alemanoparlantes conviven en la misma ciudad ignorándose mutuamente, quizá como mucho pensando unos, que los francófonos son unos estirados, y éstos de los alemanes, que son unos paletos.
Generalmente en las pequeñas empresas la gente se agrupa o emplea también por el idioma que hablan. Los grupos de amigos, salvo alguna excepción, está determinados por el idioma en que pueden mostrar sus escasos afectos o mas bien sus escasas muestras de ellos.
Aún así, no se respira un mal rollo, y la gente va despreocupada y a su ritmo por la calle. Es de las pocas ciudades suizas donde los inmigrantes son visibles, al menos en las plazas principales y es usual ver negros que van y vienen chapurreando el alemán o el francés. Algún latinoamericano en uno de esos bares de nombres tropicales que tienen y que a mi ojos parecen anacrónicos.
A pesar de lo puntual de sus trenes, de la ajustada y milimetrada burocracia, es posible que te dejen 15 días el coche en el taller de reparaciones, sin decirte qué tiene, o la linea de Internet de acceso del edificio estropeada durante mas de tres semanas.
Allí la vida también es posible, a pesar de ese esquema de vida de vitrina que tienen.
Por lo demás (y mas por la experiencia de amigos que viven allí que por mí), son cordiales, educados y...distantes.
Los paisajes son impresionantes. A veces tanto que no llegan a conmoverme por su irrealidad.
Salir del territorio suizo, aún pasando por el cantón italiano, Tesino, famoso entre los suizos por ser "italianos" y no hablar ninguna de las otras tres lenguas oficiales del país (alemán, francés y romanche), es sentir la sensación de "se acabó el orden" o "adiós a la limpieza de las calles" o, "empezaré a ver gente que grita y ríe". Me llamó la atención esto de las lenguas oficiales:
A pesar de que todos los impresos oficiales tienen que estar en los tres idiomas, en cada región, las señalizaciones están en el idioma de la región y en ningún otro. A menos que esa región esté compartida (como el caso de Biel).
No llegué a preguntar si alguna vez alguien había formado un partido independentista, me temo que no, o por lo menos, mucho ruido no habrán hecho... en el fondo son tan suizos todos ellos...
Comentarios
Un abrazo.
PD.
La chocolatina-navaja muy buena.Mejor sin armas.
pero creo que la gente es lo que más me interesa de estos, es lo que más diferencia unos paises de otros..
No se yo si Suiza me aburriría.. habrá que probarlo, aunque solo sea por los paisajes.
Saludos
Solo para admirarlas así, desde lejos.
Detras de ese modelo encuentro que puede haber mucha superioridad y eso no es cómodo más que de visita.
Ellos son un mundo y el resto, otro.
La belleza y las cualidades son indiscutibles eso por supuesto.
Pero ¿no le falta un puntín...?
Ese puntín...
Un beso .
Eso sí.... el cartel de "no fumá" es una genialidad :)
Besos
Después de todo el que quiere convivir, puede; y el que no, nunca lo hará por las buenas.
Un abrazo.
Supongo que se respetan, aún cuando se critiquen. Creo que además tienen fuertes intereses económicos que les unen :-)
Quise encontrar una navaja así, pero no había :-)
Un abrazo
Albertus:
Los paisajes son impresionantes...quizá con muuuucho tiempo y convivencia llegues a conocer mas profundamente a un suizo...de momento, mi amigo en un año y medio, no ha pasado de mas de un trato mas o menos cordial..
Un abrazo
Juncal:
A ti lo que te pasa es lo que a mí, que te gusta la gente que se desordena y expresa sus emociones.
Si ese puntín para mi se llama solera, vida, algo de mugre natural...no sé
besos
Fátima:
A mi también me gusto Noruega (si puedo contar unos 10 días en Bergen y alrededores)...pero también pienso que me gustó por lo abrupto del paisaje, la aventura de tomar barcos...no se....tampoco me pareció muy comunicativa la gente allí...
Si la minuciosidad de explicar en un cartel con varios logos todo lo que se prohibía, en lugar de usar uno logo o un simple verbo me dió la medida en que pueden llegar a una burocracia desmesurada con tal de "dejar claro" una regla
besos
Bienvenido/a Pau
No entiendo mucho de separatismos en general, quizá porque considero que siempre es mejor hacer cosas juntos, que da mas fuerza cultural y económica...pero eso es otro rollo...lo curioso es lo separadas que mantienen sus respectivas culturas
Un abrazo
Nacho:
Prohibido creo que es una palabra que les encanta...imagina cualquier cosa y ponle el prohibido delante...seguro que ya fué traducido muchas veces al suizo :-)
abrazos
A partir de eso cualquier cosa.
Saludos.