La deserción
Yo no diría que deserto todos los días, pero si frecuentemente. Lo que hace años era casi una tragedia, o al menos sin exagerar un largo proceso lleno de algún sufrimiento, se ha convertido en un fluir de sentimientos que al final acaba en un "ya no estás mas allí". Además de las deserciones afectivas (que en el fondo son casi todas), las llamadas deserciones físicas marcaban la vida cuando eras pequeño, o adolescente. Tenías unos amigos, te mudaban o les mudaban de colegio, y desertabas/ban de su/tu vida. Si reñías con alguien o simplemente los intereses de tus amigos diferían de los tuyos, desertabas de su círculo. La última gran deserción de mi vida fue de mi país. Aunque en realidad la deserción no se produjo en el momento de mi partida, sino mucho tiempo después cuando me abandonaron las ansias de volver, aunque fuese de visita. Creo que poco a poco uno se va cuidando de las deserciones al reducir las expectativas de cualquier cosa nueva. Se deserta de ...